Son plantas con una alta resistencia a climas adversos y a la sequía. Por lo general, son plantas que provienen del desierto y de zonas montañosas, pudiendo estar varias semanas sin recibir nada de agua. Esto es debido a que sus raíces y hojas gruesas, les ayudan a almacenar bastante agua. Además, su piel dura evita la evaporación y en algunas variedades, sus espinas les ayudan a protegerse del sol.
Cuidados de las suculentas y crasas
Aunque se trata de especies muy fuertes y resistentes, es importante conocer algunos cuidados comunes:
Riego. Estas plantas dosifican muy bien el agua, pero son bastante sensibles al exceso de humedad. Por ello, no hay que regarlas con frecuencia. ¿Lo mejor? Intenta que el sustrato se seque por completo antes de volver a regar la planta.
Sustrato. Las plantas crasas necesitan sustratos ligeros. Lo ideal es una mezcla casera de 50% de arena de río, lavada gruesa y el resto un compuesto de turba negra y perlita, para mejorar la aireación. Si no quieres hacer la mezcla, puedes encontrar sustratos ya preparados para plantas crasas.
Luz. Las crasas o suculentas precisan de mucha luz. Sin embargo, siempre hay que tener cuidado con que no se quemen.
Drenaje. Es importante cuidar la maceta para que transpire la planta y tenga un buen drenaje.